Ayer me preguntaron si alguna vez me había frustrado por no llegar a hacer bien alguna postura de yoga. Más que la pregunta, me sorprendió mi rotundo NO y me di cuenta que nunca he perseguido alcanzar una postura en particular ni es algo que me haya planteado/plantee.
Hace poco una alumna me dijo que llegó a la práctica por las posturas y se quedó por el yoga. Es lo que le da sentido a todo.
Ya comenté una vez que cualquier aliciente que consiga acercarte al yoga me parece perfectamente válido porque si 50 de cada 1000 personas que se acercan al yoga por el postureo se quedan, habremos dado un paso muy importante hacia convertirnos en el cambio que queremos ver en el mundo.
Ahora bien, veo necesario puntualizar algo que siento cada vez está más claro: yoga no son posturas.
Yoga es un conjunto de técnicas psicofísicas destinadas a emprender un camino de reencuentro y transformación hacia y desde tu interior. El yoga físico considera tu cuerpo como herramienta de autoconocimiento (escribí sobre ello aquí) y como el que alberga lo más preciado que puede existir, TÜ . La práctica de yoga físico está dirigida a mantener el templo de tu alma en las mejores condiciones posibles, limpio, sano, flexible, resistente, oxigenado, equilibrado.
Cuando tu mente está libre de bloqueos, tu cuerpo lo refleja y va dando la bienvenida a las nuevas posturas. No es algo que hagamos desde lo veo, lo quiero, lo tengo. Como todo buen camino que se precie hay un recorrido que llevar a cabo. Si lo emprendes desde tu mente estarás haciendo ejercicios gimnásticos, pero no yoga.
Es como comprar con la visa y tenerlo YA o ahorrar hasta tener el dinero suficiente para adquirir lo que quieres. La clave está en el PROCESO que estés dispuesto a asumir.
No he encontrado ningún alumno que me pida cómo mejorar su Trikonasana y casi todos llegan buscando Sirsasana. Y os diré que muy pocas personas hacen correctamente las posturas de pie.
Si decides iniciarte y continuar en la práctica para coleccionar posturas más sorprendentes e imposibles cada vez, estupendo.
Ahora bien, te invito a que te dejes llevar por el proceso; permite que te absorba, que te llene. Iníciate en la práctica por lo que quieras, pero no desaproveches el regalo del yoga, su magia, la oportunidad de descubrir cómo llevar una vida cada vez más plena y con menos conflictos, reconciliate contigo mismo y con el mundo y quizás te sorprendas a ti mismo SIENDO MÁS FELIZ.
Almudena Yoga Life 