Hoy en día me resulta prácticamente imposible desaparecer de mi día a día más de una semana. El equilibrio que mantengo entre vida personal, familiar mi trabajo y mi Yoga Life Pasión es sumamente delicado.
Más que nada porque siempre hay algo que «sacrificar» para dedicar tiempo al estudio o la práctica: tiempo con mis hijos, con mi pareja y con todo lo que no es yoga. Porque sí, hay vida más allá del yoga y así tiene que ser. Aunque en mi forma de vida las líneas se entrecruzan y difuminan con mucha facilidad. Mi experiencia personal forma parte de mi trabajo y mi trabajo está integrado en mi vida personal….. pero bueno, reflexionar sobre esto daría para otra entrada muuuy larga.
El caso es que hará 3 ó 4 meses me puse a trastear en la página de Purple Valley porque allí hacen talleres algunos de mis profesores favoritos. Vi que Mark Robberds y Deepika Mehta impartían un taller de dos semanas a final de año y que era posible asistir sólo una.
Empecé a «soñar» con la posibilidad de ir y me metí en la web de Mark a ver por dónde andaba….. y sorpresa! Ahí descubrí que venía a Ibiza en Septiembre con un intensivo de dos semanas. Casi ni me lo creía, porque las fechas cuadraban y todo encajaba, así que no me lo pensé ni medio segundo y del tirón reserve plaza, vuelo y alojamiento.
No conocía Ibiza, así que era la oportunidad perfecta para ir con mi pareja y pasar unos días juntos explorando la isla. El día que llegamos y al siguiente llovía torrencialmente.
Vaya…. pero las previsiones eran buenas. Nos alojamos en una casa de campo de una chica majisima que vivía allí con sus dos hijos pequeños y que alquilaba las habitaciones a un precio más que asequible vía Airbnb. La casa estaba en San Miguel de Balansant, al norte de la isla, muy cerca de Ashtanga Yoga Ibiza , el espacio de una leyenda del ashtanga yoga , Anurag Vasallo.
La casa de Anurag es increíble. En este vídeo que le hizo Alessandro Sigismondi la podéis ver.
El programa con Mark consistía en 5 mañanas de práctica Mysore, una práctica guiada y tres talleres por la tarde. Éramos un grupo de unas 30 personas, pero en ningún momento dio sensación de que fuésemos muchos.
Cada mañana a las 9:00 empezábamos la práctica todos juntos entonando el mantra de apertura Vande Gurunam. Y después de eso , la magia…..
Mark y Deepika son tal cual se desprende de sus fotos y sus escritos.
Encantadores, humildes, cercanos, maravillosos. Mark irradia esa calma de los que saben y de los que no tienen que demostrar nada. 20 años de experiencia le abalan y sus conocimientos tanto anatómicos como sobre tradición son magistrales. Es un prodigio humano resultado de trabajo duro y dedicación a la práctica. Hubo un momento en el primer taller que para hacer una demostración se quitó la camiseta y los murmullos de ooohhs aaahss lo llenaron todo,
pero te das cuenta que es una obra de arte y dominio corporal en movimiento.
Su generosidad queda manifiesta en su canal de YouTube y cuentas de instagram y Facebook, que son auténticas MINAS. Su forma de enseñar es como él, cercana, sin imponer nada, proporcionándote la confianza y medios necesarios para que llegues a donde tienes que llegar de forma totalmente orgánica y natural.
Deepika es una reina. Tal cuál.
Pero con la misma cercanía, humildad y generosidad que Mark. El último taller que hicimos fue con ella. Exploramos los conceptos de fluidez y fuerza y lo pasamos en grande todos juntos. Aquí teneis un video con un pequeño resúmen de su taller
No sé cuándo los astros se volverán a alinear de forma que pueda disfrutar de otro momento así. En el que mi pasión por la práctica y el estudio y el disfrute de la vida personal vayan de la mano. Tras las prácticas y talleres aún quedaba mucho tiempo para disfrutar de la belleza de una isla maravillosa, de sus paisajes y sus rincones.
Me quedo con una experiencia compartida con gente increíble que me han aportado mucho. No sólo Mark y Deepika, sino todos los que estábamos viviendo el respeto y el amor por el yoga. Pero sobre todo con el cuarto bandha bien activo: disfrutando.