Nos acercamos al yoga atraídos por diferentes motivos que , simplificando, se podrían resumir en:
1.- Planteamiento filosófico / espiritual (sin tener demasiado claro muchas veces dónde empieza uno y termina el otro).
2.- Queremos un cuerpo más flexible y fuerte (normalmente en este orden), y es maravilloso, porque practicando con regularidad ,incluso las asanas más sencillas, conseguirás un cuerpo flexible y fuerte, pero además resistente, equilibrado, sano…..
3.- Quizás busques trabajar aspectos mentales como la concentración, determinación, explorar tus límites; o emocionales , asomarte al balcón de tus miedos, reconocerte, y comenzar una transformación desde el interior.
Y el Yoga está para ahí para proporcionarte todos esos campos de trabajo y exploración.
Hay un elemento fundamental de la práctica yóguica y son los denominados Bandhas. Juegan un papel determinante durante los pranayamas (el control consciente de la respiración) y consisten básicamente en una contracción sostenida de un área específica del cuerpo que ayuda a canalizar el prana (la energía vital que equivale a la respiración ) hacia el canal central donde se acumula e inmoviliza estimulando el flujo adecuado de prana en ese canal. Es decir, nos ayudan a captar y canalizar la energía vital dentro de nuestro cuerpo.
Tradicionalmente hay 3 Bandhas:
1º Mulha Bandha : Llave raíz que se localiza en el perineo
2º Uddiyana Bandha: Llave de la retracción abdominal
3º Jalandhara Bandha: Llave de la garganta
Pero hay un CUARTO BANDHA sin el que los demás, ni asana, ni pranayama, funcionarían:
TU SONRISA
Con el tema del yoga nos podemos llegar a poner muy serios: compromiso con la práctica, disciplina autoconocimiento, autorealización, aspectos anatómicos, filosóficos, espirituales…..y todo esto puede hacer que terminemos perdiendo la perspectiva del aspecto más importante de todos: DISFRUTAR. Darte cuenta de que no hay que demostrar nada, que no hay nada mal o incorrecto en este preciso momento tal y como es. Que tu cuerpo y tu estado es perfecto porque es tu punto de partida o aprendizaje o experimentación. Sin dejarte arrastrar por experiencias pasadas o proyecciones futuras.
Si de verdad eres capaz de conectar con el momento presente tal cuál y dejarte llevar por esa maravilla y disfrutar, estarás permitiendo que tenga lugar la magia del yoga. Simple, sencillo y sin pretensiones.
Haz de tu práctica ese momento del día que de verdad no te quieres perder, al que llegas con ilusión y expectación a ver qué y cómo te encuentras. Incluso cuando la exigencia física no sea del todo placentera y nos exija un esfuerzo. Quédate con la maravillosa sensación que te queda al terminar, la que te hace continuar con tu día desde la calma y la satisfacción que te proporcionan haber pasado ese momento de reencuentro contigo mismo y busca volver ahí siempre con el cuarto Bandha bien activo.
(este artículo está basado en la maravillosa entrevista Practicing Ashtanga Yoga through Everyday Life realizada a Jeff & Harmony Lichty en Purple Valley Ashtanga )