Hay imprescindibles que simplemente no puedes negociar. Rutinas y gestos que te devuelven a tu centro,a tu identidad o simplemente te hacen tomar tierra de nuevo. Incorporados a lo largo del tiempo pasan a formar parte de tu día a día . Notarás cómo la calidad de tu vida mejora gracias a una serie de gestos tan sencillos como poderosos. Te invito a que hagas tuyos mis imprescindibles:
YOGA: Mover la energía acumulada, crear espacio en tu cuerpo, liberar tensión, canalizar la información contenida. Tu práctica de yoga te ayudará a reconectar con la base, a permanecer presente, a enraizarte, a encontrar la calma. No sólo por los beneficios físicos que reporta : fortalecer, flexibilizar, depurar, limpiar, … tu práctica de yoga tiene un impacto en tu sistema nervioso central, que te va ayudar a estabilizarte y a ser menos reactivo. Pueden ser cinco saludos al sol o cinco minutos en savasana. Pero esta conversación diaria con tu cuerpo es imprescindible
MEDITACIÓN. Te va ayudar a ser consciente del volumen de tu ruido mental, a ralentizar las incesantes fluctuaciones de tu mente, a equilibrar inquietudes que pueden convertirse en foco de ansiedad, a paliar la sobreestimulación sensorial a los que todos nos vemos sometidos. Cada día, 5 minutos, un minuto, sólo parar, respirar.
ORACIÓN, escribir en tu diario, momento de reflexión. Llámalo como prefieras. Es el tiempo que dedicas a dar relevancia a lo que es más significativo en tu corazón. Tiempo para averiguar qué necesitas atraer a tu vida, tiempo para averiguar cómo hacer que las cosas sucedan, tiempo para reunir el coraje de seguir, para reconectar con lo que de verdad importa, para agradecer, para sentir. Elaborarlo racionalmente no es suficiente para hacerlo real, tienes que sentirlo y ser muy claro. Es el momento para plantear preguntas que serán respondidas en tu meditación.
ALIMENTACION Todo lo que ingieres tiene un impacto en tu cuerpo , a nivel fisiológico y emocional. La salud de cada una de tus células depende de tres cosas: la calidad de los nutrientes que ingieres , la habilidad de tu sistema para digerirlos y para procesarlos y eliminar los sobrantes. Escoge alimentos que estén llenos de vitalidad, de prana, de energía vital, de forma que esa energía pase a ti.
DORMIR No tanto cantidad como calidad. Lo que tu cuerpo necesite. Pero asegúrate que es de calidad. Intenta minimizar al máximo el número de dispositivos electrónicos que emiten ondas electromagnéticas y que pueden perturbar tus patrones de sueño. Básicamente duerme las horas que tu cuerpo requiera (6,8,10) y crea un ambiente óptimo que apoye tu descanso. Tu cuerpo se regenera con las horas de sueño, tus órganos internos ralentizan su ritmo, tu sistema celular continua con su proceso regenerativo y tu subcosnciente necesita ese tiempo para seguir procesando información. Si no le das ese tiempo y calidad a tu descanso, tu capacidad para relacionarte, gestionar, comunicarte, tu habilidad para ver el mundo y cómo el mundo te ve a ti se verán profundamente afectadas.