“Para mi ir a clase de Almudena no es ir a clase, es ir a ese refugio en el que encuentro calma y paz en el que mi mente descansa de verdad, en el que si algo no me sale, no pasa nada. Hasta que la conocí creía que ese refugio era la sala de yoga, lo que descubrí gracias ella es que ese refugio está en mi interior, y en cada una de sus clases descubro un rincón nuevo”.

Jana Fernández